La temperatura ideal del agua evitará que nuestros poros se abran y los aceites naturales de nuestro rostro continuarán en su lugar.
Nuestra rutina de limpieza de rostro no está completa si no lavamos nuestra piel e influye en la apariencia de nuestra piel, por lo que es importante conocer cuál es la temperatura de agua que debemos utilizar para mantenerla saludable.
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La dermatóloga Susana Sil reveló a Glamour México que la temperatura ideal es debe ser de aproximadamente 30°C, es decir, debe de ser tibia, pero inclinándose más hacia el frío.
El agua en esta temperatura evita que nuestros poros se abran más y los aceites naturales de nuestro rostro continúen en su lugar. Luego de lavar nuestra cara lucirá más fresca, limpia, firme y sin enrojecimiento.
Evita lavar tu rostro con agua muy caliente
El agua caliente beneficia a abrir nuestros poros, lo que es ideal para realizar una limpieza más profunda, sin embargo, durante este proceso solemos remover los óleos naturales de nuestra piel. Esto ocasiona que luzca deshidratada y podríamos provocar brotes de acné.
Lo ideal es hacer vaporizaciones con agua caliente para limpiar a profundidad, una vez cada dos meses.
Lavar nuestra cara con agua muy fría tampoco es una buena idea
A pesar de lo que se cree, el agua muy fría no remueve las impurezas del rostro, lo que le resta la efectividad a los productos de limpieza. Además, en pieles muy sensibles, puede provocar que se rompan los vasos capilares.
El beneficio que tiene el agua fría es que promueve la circulación, cierra los poros, desinflama y tonifica la tez.