Este producto ayuda a cerrar los poros de la piel.
De unos años para acá, el carbón activado es uno de los artículos de belleza más sonados dentro del ámbito estético, pues se ha comprobado que cuenta con ciertos beneficios para ayudarnos a lucir una piel más sana.
Además, uno de los aspectos que más destaca de su uso es que es de un origen más natural, pues solo se trata del producto proveniente de plantas como el bambú y son sometidos a altas temperaturas - entre 400 y 700 grados centígrados - para crear porosidades, cualidad que ayuda a absorber microorganismos malos para nuestro sistema.
De acuerdo con el doctor Agustin Landivar, el carbón activado cuenta con un sinfín de virtudes para el organismo, y gracias a su fácil acceso se ha convertido en un aliado para combatir enfermedades como la insuficiencia renal leve, mala digestión, el mal olor corporal y ayuda a desintoxicar órganos, tanto el hígado como los riñones, entre otras.
Carbón activado para la piel
En cuanto a su uso estético, se sabe que el carbón activado es capaz de reducir la capa de sarro en los dientes y además se utiliza en mascarillas para la piel ayudando a suavizarla.
Debido a que la función del carbón activado es absorber toxinas, aunque las personas con pieles secas también pueden aplicarlo, se recomienda su uso para pieles grasas o mixtas.
En este caso, lo que hace el carbón es reducir la grasa de los poros, haciendo que se vuelvan más pequeños, por lo que la textura del rostro será más suave y tenderá menos a los puntos negros o a la aparición de espinillas.
De esta manera se facilita la limpieza profunda de la piel, así como la exfoliación y el equilibrio de los aceites en ella.