¿Cómo cuidar la piel al envejecer?

Nuestra piel sufre muchos cambios con la edad, entre los más comunes está la queratosis seborreica y la queratosis actínica.

El 'skincare' ha logrado un avance muy notorio en los últimos años, cada vez es más la conciencia que se toma respecto al cuidado de la piel, no solamente por estética sino por salud, como lo es en el caso del protector solar y en el hidratante.

Conforme vamos envejeciendo, la piel sufre cambios importantes: en la adolescencia aparecen brotes, en la adultez temprana se reduce la producción de colágeno y en la adultez tardía aparece pigmentación en diversas zonas del cuerpo, las líneas profundas de expresión se acentúan y la firmeza se reduce de manera considerable.

¿Cómo cuidar nuestra piel en la tercera edad?

Antes de entrar en detalles, debes saber que existen algunos cambios comunes en la piel; para empezar, la dermis se adelgaza dando una textura de papel, los melanocitos (células con pigmento) se disminuyen, pero los que permanecen aumentan de tamaño dando entrada a las manchas seniles principalmente en rostro y manos, estas son comunes en adultos mayores de 50 años, pero pueden aparecer en personas más jóvenes en caso de que pasen mucho tiempo al sol.

Los vasos sanguíneos de la dermis se vuelven más delgados, por lo que la aparición de moretones es más constante; y por último y no menos importante, la piel pierde su humectación natural debido a que las glándulas sebáceas disminuyen la producción de aceite a medida que envejecemos.

En mujeres que acaban de pasar por la menopausia, es importante la humectación de la piel y para ello es necesario utilizar productos adecuados que no sean agresivos y que contengan activos naturales.

La barra de jabón deja de ser una opción. Debido a que la capa grasa de nuestra piel se reduce, aumenta la posibilidad de una irritación gracias a los ingredientes que algunas barras pueden contener: sosa caustica, formaldehídos, ftalatos, parabenos, fragancias sintéticas, petróleo, sodio, entre otras cosas.

Lo mejor es optar por un gel de ducha para piel sensible como el que ofrece Sopharma pH5, que contiene entre sus activos glicerina vegetal, que ayuda a mejorar la hidratación y humectación de la piel, brinda sensación calmante y promueve la retención de la humedad de la piel; D-PANTENOL, que ayuda a la renovación celular, repara y cicatriza el tejido dañado y al formar parte de las vitaminas B, ayuda a incrementar la retención de humedad en la piel, mejorando su aspecto, manteniéndola flexible y elástica; si nunca has escuchado del bisabolol, es momento de que busques los productos que lo contienen, ya que este activo es ideal para reparar la piel, restaurando la salud en la barrera cutánea para una piel menos irritada, lo que también evita la pérdida de agua y reduce el enrojecimiento.

Por otro lado, el uso constante de una crema sólida es ideal para devolverle la humectación necesaria a nuestra piel. Al elegirla, es importante que optes por aquellas que sean:

Existen líneas como Sopharma pH5 que están diseñadas especialmente para pieles sensibles, estresadas o con tendencia atópica y que requieren de un cuidado especial. Haz del cuidado de tu piel una rutina de por vida y ayúdala a madurar de forma sana.

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