Artistas que fueron albañiles antes de ser famosos

Para algunos fue lo que los llevó a la fama

Como cada 3 de mayo, en México se celebra el Día del Albañil, conmemorando a todos
aquellos que han formado parte de la edificación de grandes inmuebles, dando forma a diversas estructuras y construyendo hogares, escuelas y cualquier tipo de recinto.

Hoy queremos homenajear a esos artistas quienes en busca de oportunidades fungieron
esta noble labor antes de saltar a la fama.

Estos son algunos de ellos

Vicente Fernández

El reconocido cantante de mariachi, antes de distinguirse como El Charro de
Huentitan, tuvo que solventar a su familia desempeñando diferentes actividades,
entre ellas la albañilería.

Lupillo Rivera


Guadalupe Rivera Saavedra, mejor conocido como Lupillo Rivera, también se desarrollo
en múltiples oficios antes de ser el intérprete y compositor de regional mexicano.
Si bien trabajó como albañil, el hermano de la Diva de México ha confesado que lo
más pesado que ha hecho es voltear hamburguesas en una cadena de restaurantes de
comida rápida.

William Levy


Para llegar a ser el talentoso actor que hoy es, el cubano William Levy tuvo que
trabajar duro para sostener a su familia, por lo que durante su adolescencia laboró
con uno de sus tíos como albañil.

Arnold Schwarzenegger


El actor y político de origen austriaco, se inició en el oficio de albañil aunado al
sueño de llegar a Estados Unidos participando en certámenes de fisicoculturismo, no
obstante, el dinero que ganaba de estas competencias no le era suficiente para
migrar al "país de las oportunidades", así que aprovechando sus habilidades físicas,
inició su negocio de construcción junto con su amigo Franco Columnu, también
fisicoculturista.

Tom Welling


El Clark Kent de la serie de televisión Smalville, Tom Welling, antes de
introducirse al mundo del espectáculo, en lugar de ir a la universidad, prefirió
trabajar como albañil donde fue descubierto por un cazatalentos, quien lo empujó al
modelaje en 1998.

Franck Ribéry


El futbolista francés, tras ser expulsado del convento en el que vivía cuando
todavía era un niño, tuvo la oportunidad de explotar su pasión por el deporte,
jugando futbol en las calles de Boulogne-sur-Mer, a la vez que la albañilería le
daba de comer.

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