Aquí tienes unos trucos para eliminar los molestos "efectos secundarios" de consumir este nutritivo alimento.
Es sabido, para nuestra desgracia, de manera empírica que tanto el frijol como otras leguminosas o granos provocan los incómodos gases intestinales, así como molestos dolores abdominales.
En primer lugar, tienes que saber esto se debe a la presencia de oligosacáridos en estos alientos, que básicamente son alimento de bacterias intestinales que promueven la fermentación de el intestino, convirtiéndolo finalmente en flatulencias.
Y debido a la fuente de proteína y hierro que son no podemos dejarlos fuera de nuestra dieta, por tanto te compartimos algunos tips con los que puedes eliminar la formación de gases.
Dejar en remojo.
Es importante dejar en agua los frijoles al menos 12 horas antes de ponerlos al fuego, pues favorece al desprendimiento de la membrana que recubre la legumbre.
Además, esto favorece a la reducción de oligosacáridos, por lo que deberás menos gases tras este procedimiento.
El frijol se debe dejar cocinar mucho tiempo.
Un mínimo de 30 minutos si es en una olla de presión o 60 a 90 si se hacen en una olla común. Esto servirá para que la digestión del alimento sea más rápida y se evite la formación de gases.
No te comas la cáscara.
Con ayuda del remojo, puedes optar por eliminar la mayoría de las cáscaras de los frijoles, pues es ahí donde se concentra la mayor cantidad de oligosacáridos.
Después de que pongas a prueba estos consejos verás qué gran diferencia encontrarás al comer este delicioso platillo.