Depresión Invernal: ¿Cómo lidiar con el estrés y la tristeza luego de un año pandémico?

Un balance desfavorecedor del año, junto con la incertidumbre de salud y económica que persiste puede dar paso a la depresión invernal. Experto CETYS te dice cómo identificarla y qué hacer para superarla.

Es común que durante los últimos días de fin de año muchas personas comiencen a recordar sus vivencias y a realizar un conteo de todo lo que hicieron o no durante todo el año, ¿se cumplieron mis metas?, ¿en qué fracasé?, sin embargo estas preguntas toman un significado completamente diferente, y más duro, debido a que una pandemia nos obligaría a permanecer encerrada y alejados de las personas que amamos.

Si se obtiene un resultado desfavorecedor del análisis anual, aunado a la incertidumbre de salud y económica que persiste en el entorno, pueden sobrevenir emociones de decepción, tristeza y decaimiento en general, dando paso al trastorno afectivo estacional (TAE), también conocido como depresión invernal, explicó el Dr. Josman Espinosa Gómez, Docente Investigador de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali.        

Sobre las consecuencias del confinamiento y sus efectos al conjuntarse con el fin de año, el experto indicó que aún se estudia el impacto de este período atípico, sin embargo, algunas proyecciones indican que la pandemia puede aumentar el riesgo de padecer TAE por varias razones, entre ellas la imposibilidad de salir de casa con tanta frecuencia, lo que podría fomentar los episodios de depresión.

“Algunos investigadores ya señalan que las personas con TAE están acostumbradas a aislarse durante el invierno como parte de sus síntomas, sin embargo, el estrés que provoca la pandemia está haciendo que sufran síntomas depresivos más severos este otoño-invierno, que muy probablemente persistan en primavera-verano, cuando ya tendrían que haber desaparecido”.         

¿Es TAE o depresión?     

Mientras que la tristeza es pasajera y obedece a acontecimientos efímeros, como un mal día en el trabajo, y la depresión es una enfermedad clínica que se diagnostica después de que el paciente manifiesta síntomas durante un período prolongado, el TAE aparece a partir del otoño.        

La socialmente conocida como depresión invernal se origina a partir de la disminución de luz solar, pues cuando ésta entra por el ojo, activa una serie de circuitos cerebrales que están relacionados con el cumplimiento de ciclos biológicos, como el sueño y la alimentación. Su ausencia altera dichos ciclos.         

El acortamiento del día hace que en el cuerpo aumente el nivel de melatonina (hormona que se produce cuando llega la noche), alterando el sistema límbico, encargado de controlar las emociones, mismo en el que se reduce la actividad de la serotonina.        

Es por esto que, durante los últimos meses del año, en los cuales los días tienen luz por menos de ocho horas, quienes viven con un TAE decaen y manifiestan tristeza y desinterés por actividades que normalmente disfrutan. Con la llegada de la primavera esto cambia, y su conducta vuelve a la normalidad. Para determinar que alguien padece un TAE, es necesario que su aparición y desaparición sean recurrentes.        

Se trata de una condición a la que no todas las personas son vulnerables. De acuerdo con datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) al cierre del año 2017, el 10% de la población mexicana padece depresión invernal.        

Los principales síntomas que manifiesta una persona afectada con TAE son:             

Al detectar que alguien que atraviesa por una depresión estacional, debe evitarse el autodiagnóstico y buscar apoyo profesional, para descartar que se trate de otro tipo de padecimiento relacionado con eventos sufridos en el contexto pandémico, además de hacer ejercicio, comer bien, y dormir entre 6 y 8 horas por día de manera regular.   

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