Hay ciertos tipo de ''crueldad'' que te ayuda a valorar desde otra perspectiva alguna situación.
Aquellas amigas que hieren con su honestidad pueden ser no tan malas como lo crees sino todo lo contrario, al menos así lo asegura un estudio publicado en Psychological Science.
La investigación señala que estas personas a veces pueden causarte "experiencias emocionales negativas que creen que finalmente te ayudarán" a largo plazo. ¿Por qué? Porque les importa.
"Hemos demostrado que las personas pueden ser 'crueles para ser amables', es decir, pueden decidir hacer sentir peor a alguien si esa emoción es beneficiosa para esa otra persona, incluso si esto no implica ningún beneficio personal para ellos", agregó. explicó la científica Belén López-Pérez, investigadora principal del estudio.
La honestidad y la amistad
¿Alguna vez te preguntaste por qué ese amigo te empujará a hacer cosas fuera de tu zona de confort o no se pondrá de tu lado cuando lo necesites? Puede parecer que son tercos, y tal vez lo sean, pero lo desafían para su beneficio, no el de ellos. Son malos por una razón. "Identificamos varios ejemplos cotidianos en los que este podría ser el caso", continuó López-Pérez. "Por ejemplo, inducir el miedo al fracaso en un ser querido que posterga en lugar de estudiar para un examen". ¿Suena familiar?
Y son estos amigos los que deberías tener cerca porque, mientras estén pensando en lo que es mejor para ti, sus intenciones son realmente puras. Sabrán cuándo necesita una llamada de atención y lo mantendrán bajo control en lugar de simplemente estar de acuerdo con cada uno de sus movimientos. Como dice Scary Mommy, cuando se trata de decisiones difíciles de la vida (o cualquier decisión en realidad), "nadie se beneficia de tener un 'sí (mujer) hombre'".
En última instancia, los hallazgos concluyeron que "a veces tratamos de hacer sentir mal a nuestros seres queridos si percibimos que esta emoción es útil para lograr un objetivo" debido nada más que a la empatía.
Es la misma razón por la que los padres muestran a sus hijos un amor duro. Aunque los niños no siempre lo vean, la disciplina es para su propio beneficio.