Placentofagia: ¿Es bueno comerse la placenta después de dar a luz?

Este acto tiene sus beneficios y sus riesgos.

Mucho se ha sabido sobre algunas celebridades que han optado por comerse su propia placenta después de dar a luz pero, ¿qué tan bueno podría resultar esto?

Primero que nada debes saber que a dicha práctica se le conoce como placentofagia. A menudo se practica en partos en el hogar y comunidades de salud alternativa.

En cuanto a sus beneficios, según información de Healthline, los partidarios a este acto afirman que los beneficios de la placentofagia incluyen:

Existen diferentes maneras en las que mujeres preparan la placenta para su consumo. Éstos incluyen:

Cabe señalar que algunas mujeres comen la placenta cruda, inmediatamente después del nacimiento. Algunas personas agregan hierbas u otros ingredientes a su placenta.

En internet se encuentran muchas historias sobre este acto, Sin embargo, fue una encuesta publicada en Ecology of Food and Nutrition, la que reveló que el 76 por ciento de las 189 mujeres encuestadas tuvo una experiencia positiva al comerse la placenta.

Algunos informaron efectos negativos, que incluyen:

Hay poca investigación científica definitiva sobre los beneficios y la seguridad de la placentofagia. Muchos de los estudios que existen están fechados o se centran en la práctica de la placentofagia entre mamíferos no humanos.

Sin embargo, un estudio de 2016, una fuente confiable, descubrió que la ingestión de placenta podría contribuir a la infección por estreptococo del grupo B de aparición tardía, que puede ser una infección grave y, a veces, mortal.

Como puedes ver, la placentofagia puede ser perjudicial, es por ello que, si estás buscando maneras de mejorar tu salud después del parto, se recomienda hablar con tu proveedor de atención médica sobre alternativas comprobadas.

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