Una especialista habló sobre los prejuicios que rodean al tampón y aclara lo mitos que lo rodean.
El tampón es probablemente uno de los utensilios de absorción menstrual con más prejuicios, es por ello que debemos informarnos bien al respecto y deshacernos de todos esos comentarios negativos que existen a su alrededor.
Los tampones no son tan malos como se dice. | Ilustrativa/Pixabay.
Existen múltiples mitos sobre este producto de higiene que, según información de la Dra. Melisa Holmes, Fundadora, Girlology, no son del todo ciertos.
Es esencial estar educados al respecto, pues de esta manera estaremos a cargo y pendiente de nuestra salud y de lo que más nos conviene.
¿Sabes la verdad sobre los tampones?, veamos.
MITO: No debes dormir con un tampón puesto.
REALIDAD: La doctora señala que esto no tiene nada de malo, siempre y cuando se sigan las recomendaciones para un uso seguro usando solo un tampón por hasta 8 horas. Eso significa que puede ponerse un tampón nuevo antes de irse a la cama, luego retirarlo y volverlo a colocar al despertar,
MITO: Los tampones quitan la virginidad.
HECHO: Esto no es para anda posible. Un tampón es solo una herramienta para la protección del período. No tiene nada que ver con la virginidad, que se trata de sexo. ¿En cuanto a si afecta el himen?, un tampón es lo suficientemente pequeño como para pasar por la mayoría de las aberturas vaginales sin afectar el himen, pero el himen.
MITO: Los tampones pueden perderse dentro de ti.
HECHO: Un tampón puede llegar más alto en su vagina, y la cuerda puede incluso meterse allí, pero no se pierde. Está ahí. Eso se debe a que su cuello uterino es una barrera entre su vagina y su útero, así que básicamente, su vagina es un callejón sin salida.
MITO: Los tampones causan el síndrome de choque tóxico.
REALIDAD: La realidad es que el tampón no lo causa, lo que sí la causa es una cepa de bacteria llamada Staphylococcus aureus. El TSS es muy raro, pero también muy tratable, especialmente cuando se identifica temprano.
MITO: Los tampones estiran la vagina.
HECHO: No es una casualidad. Las vaginas son elásticas para empezar. Si un bebé puede salir de la vagina, un tampón puede entrar fácilmente sin cambiar nada.