La casa de moda se inspiró en los años 50s.
Christian Dior ha presentado su más reciente colección en París en lo que fue un desfile inspirado en la década de los 50s pero con un toque moderno para las mujeres.
Maria Grazia Chiuri, la directora creativa de la casa de moda, se inspiró en tres icónicas mujeres francesas: Catherine Dior, Edith Piaf y Juliette Greco, cada una de las cuales representa diferentes facetas de París, la ciudad que Dior representa efectivamente más que cualquier otra marca.
Fueron 96 modelos las que pintaron el desfile a través de una gigantesca instalación de arte psicodélico de la artista portuguesa Joanna Vasconcelos. Una notable serie de esferas, bolas y gotitas orgánicas masivas, todo cubierto de telas, cristales, cuentas y plumas construido dentro de una enorme carpa Dior, construida sobre la fuente principal de los Jardines de las Tullerías.
Lo + sobresaliente
Esta colección otoño/invierno 2023 fue una impresionante variedad de elegancia, gran parte de la cual vino en negro. No sorprende, dada la preferencia por los pequeños vestidos negros de los dos cantantes: el clasicismo de sala de conciertos de Piaf y el ambiente existencialista de club nocturno de Greco.
Pero también en algunos nuevos y espectaculares estampados florales moteados, un homenaje a Catherine Dior, la notable hermana pequeña del fundador. Catherine, una valiente miembro de la Resistencia francesa, cultivó y vendió rosas como una expresión de belleza después de los horrores de la Segunda Guerra Mundial.
Curiosamente, al entrar en el enorme set, un extraterrestre casi podría haber pensado que Dior era una marca española, ya que la mitad de la audiencia estaba vestida con la colección de crucero de Grazia Sevilla de elegancia andaluza. Chaquetas de cuero perforado, pantalones jodhpur, sombreros de montar y botas: uno esperaba que llegaran en caballos blancos.
La acción más importante, sin embargo, fue en la pasarela, cuando Maria Grazia envió una apertura en blanco y negro de plisados, faldas a la mitad de la pantorrilla y vestidos, ceñidos en la cintura con cinturones delgados y usados con guantes de piel de cordero hasta el codo.
En definición, la pasarela estuvo llena de un maravilloso guardarropa vestible de elegancia existencialista, una colección difícil de superar.