Cuando una buena intención se vuelve más dañina que aprovechable.
La contaminación, el cambio climático y otros problemas ambientales nos han orillado a buscar opciones ecológicas y sustentables para cuidar del planeta en la mayor medida posible, sin embargo, no todas esas opciones son del todo correctas, especialmente el hecho de reciclar ropa.
La gentrificación
La gentrificación es el proceso de transformación o rehabilitación de algo deteriorado que provoca un aumento en el coste. En pocas palabras, puedes tomar algo viejo, invertir en él, mejorarlo y luego venderlo a un precio alto. Como es obvio, las personas de escasos recursos no pueden adquirirlo.
Es precisamente esto lo que ha pasado con la compra y venta de ropa de segunda mano.
claro que para el medio ambiente es mejor utilizar tela o una prenda ya existente en lugar de adquirir una nueva que a su vez provoca demanda en la producción de ropa. Sin embargo, el problema aquí es que al mover nuestra demanda de la ropa nueva hacia la ropa de segunda mano, el capitalismo hace de las suyas y ahora, acceder a ropa de segunda mano es mucho más costoso que antes, inclusive que ropa nueva.
Bazares, tiendas o apps de venta de segunda mano cada vez muestran un incremento en sus prendas, provocando que ya no sea tan sencillo acceder a ellas.
Entonces, ¿qué hacemos?
Si eres dueña de una tienda de segunda mano intenta analizar bien los precios para que éstos sean justos tanto para ti como para los clientes potenciales.
si eres cliente, recuerda comprar sólo lo necesario, adquirir algo que no te pondrás es casi tan dañino como la demanda de ropa nueva.
Otra manera de ayudar es buscando dentro de tu propio closet, en ocasiones contamos con ropa que ni siquiera nos acordábamos que teníamos, una segunda oportunidad no estaría nada mal, además tendrías una prenda nueva completamente gratis.
Recuerda que el punto es lograr un equilibrio entre lo que podemos hacer por el planeta y lo que podemos hacer para satisfacer nuestras necesidades.