La tendencia podría estar en su peor momento.
En 2019, el difunto gran Virgil Abloh, el diseñador pionero detrás de su etiqueta Off-White y el primer director de ropa masculina negra de Louis Vuitton, se sentó para una entrevista con Dazed. Durante esta entrevista, Abloh declaró lo que posiblemente sea una de las declaraciones más controvertidas de su carrera: el streetwear iba a morir.
“Definitivamente diría que va a morir, ya sabes. Como si se acabara el tiempo”, dijo Abloh a Dazed. Abloh continuaría semi-retractándose de su declaración en una entrevista con Vogue, aclarando que no se refería a que la ropa de calle desaparecería por completo.
¿Por qué se premerita el fin del streetwear?
Ahora en 2022, la palabra streetwear ya no parece significar nada. Después de perder un año de vestirse bien debido a la pandemia, los pantalones de chándal, las sudaderas con capucha y las camisetas se convirtieron en elementos básicos del guardarropa. El uniforme de trabajo desde casa que una vez fue el uniforme de los hermanos de nueva creación en Silicon Valley se convirtió en la opción práctica para las personas que no sabían cuándo volverían a ver el interior de un edificio de oficinas.
El look de lo que originalmente se asoció con la ropa de calle se convirtió en el look de todos los que tienen un trabajo de oficina. A medida que la vida volvió lentamente a la normalidad, el enfoque de la gente hacia la moda cambió mucho. El aspecto restringido y abotonado de la oficina se había vuelto más relajado.
La idea de "el fin de la ropa de calle" todavía estaba viva y bien, no porque la gente no estuviera comprando ropa de calle. De hecho, estaba sucediendo todo lo contrario, pero ahí radicaba esa teoría. El streetwear se había arraigado tanto en todos los aspectos de la moda menos la alta costura, que el término perdió todo significado real.
Érase una vez, había una división rígida entre el lujo y la ropa de calle. La idea de las casas de moda que alguna vez se enorgullecieron de la alta costura y la ropa formal haciendo el pan con mantequilla de sus marcas zapatillas, camisetas y ropa deportiva habría sido un sacrilegio.
Sin embargo, aquí estamos en el año 2022, y el mundo de la moda de lujo es felizmente parte del mundo del streetwear. Louis Vuitton contrató a Virgil Abloh como su director de moda masculina en 2018, cargo que ocuparía hasta su prematura muerte en 2021. Balenciaga, que alguna vez se hizo famosa por sus vestidos de gala gracias a su homónimo Cristóbal Balenciaga, ahora es noticia de primera plana por sus tenis destruidos y bolsas de basura de cuero. Los sitios web de ropa de calle de lujo, como Ssense, vieron cómo sus ingresos aumentaban continuamente, mientras que los minoristas tradicionales de lujo, como Neiman Marcus, luchaban contra las deudas y tenían que declararse en quiebra.
El tema del streetwear también es delicado en la industria de la moda. Zoey Bombshell, estilista de vestuario y especialista en relaciones públicas, le dijo a FashionUnited: “Desearía que la ropa de calle muriera porque, en este punto, estoy muerta de aburrimiento. La gente es tan floja ahora en ropa de calle”.
Jacques Point DuJour, ex empleada de LVMH, compartió sus sentimientos y le dijo a FashionUnited: “[Streetwear] hizo lo que pudo. Se convirtió en el espíritu de la época de la mayoría. Sin embargo, el espacio que ocupaba fue promovido por personas que querían ser flojas con lo que vestían. Necesito que la gente quiera elevarse. Realmente creo que las camisetas son principalmente para niños”.
Si bien hoy en día es difícil llamar a cualquier cosa ropa de calle cortada y cosida, no parece que la ropa de calle como categoría vaya a morir pronto. Se ha convertido en una parte permanente de la cultura de la moda y las ofertas minoristas, casi como la mezclilla pasó de ser ropa de trabajo a un elemento básico de la moda.