Aprende a comunicar tus necesidades con respeto y coherencia.
Cuando formamos parte de una relación, de cualquier ámbito que se trate, ya sea amorosa, familiar, laboral o amistosa es responsabilidad de todas las partes actuar en pro de la conservación de tal, por lo que cada uno debe aportar su mejor para no entrar en conflictos y resolver los problemas que se presenten de manera respetuosa, con el objetivo de no dañar la relación.
No obstante, para ciertas personas, con el afán de no incomodar al resto de sus seres cercanos, terminan cediendo a todas las peticiones de los demás, sin tomar en cuenta sus propios intereses, o en el otro extremo del caso, puede que a la hora de pretender hacer que se respete nuestra opinión, podemos caer en lo agresivo.
En ambos casos, será necesario saber cómo establecer límites sanos, de una forma en la que todos los involucrados puedan sentirse cómodos. De acuerdo con la psicóloga Maria Elena Badillo, poner límites es algo fundamental para cualquier tipo de relación, por lo que es indispensable tomar en cuenta las siguientes claves para que no pasarlos por alto.
4 Claves para establecer límites
1. Establece tus propios límites: La base de límites efectivos radica en comprender y comunicar tus necesidades y deseos personales. Reconoce tus límites internos y define claramente qué estás dispuesto a aceptar y qué no. Esto te otorga una base sólida para compartir tus límites con los demás, creando un terreno de respeto mutuo y entendimiento.
2. Expresa tus límites con coherencia: Así como deseas que tus propios límites sean respetados, es vital extender la misma consideración a los demás. Observa cómo te sientes cuando alguien establece límites contigo y usa esa percepción para guiar tus interacciones. Reflexiona sobre cómo te comunicas acerca de tus propios límites y busca ser coherente, creando un ambiente de reciprocidad y confianza.
3. No te justifiques: Establecer límites no requiere una justificación exhaustiva. Al explicar en exceso, diluyes la autoridad de tus límites y abres la puerta a posibles negociaciones no deseadas. Aprende a decir "no" de manera firme y respetuosa sin sentir la necesidad de ofrecer razones innecesarias. Tu derecho a establecer límites es intrínseco y válido.
4. Respétalos y hazlos respetar: La coherencia es clave para mantener límites saludables. No cedas a la presión externa o cambies tus límites por conveniencia. Del mismo modo, respeta los límites de los demás, demostrando empatía y entendimiento. El respeto mutuo fortalece las relaciones y crea un espacio donde todos se sienten valorados y comprendidos.