Un equipo de investigación de la Universidad de Québec ha arrojado interesantes resultados.
La actividad sexual, un misterio de placer y conexión humana, ha intrigado a las mentes curiosas durante generaciones. A menudo, las conversaciones sobre el sexo se centran en los aspectos emocionales y físicos, pero ¿qué hay de la dimensión calórica? ¿Puede el acto de amor y pasión realmente equipararse a una forma de ejercicio físico? Estas preguntas llevaron a un equipo de investigadores de la Universidad de Quebec a emprender un estudio pionero que explora las implicaciones del gasto energético durante el coito en parejas jóvenes y saludables. Al indagar en la relación entre la actividad sexual y el ejercicio, se abren puertas hacia una comprensión más profunda de cómo la intimidad puede influir en nuestra salud física.
Históricamente, la actividad sexual ha sido un tópico que genera una mezcla de fascinación y tabú. Las mentes inquisitivas a lo largo de los siglos han explorado diversas facetas de la sexualidad humana, desde la biología hasta la psicología y más allá. Sin embargo, es en la época moderna que la ciencia ha comenzado a adentrarse en territorios aún más inexplorados, como el gasto calórico asociado con el acto amoroso. El estudio realizado por el equipo de la Universidad de Quebec surge como un intento audaz de arrojar luz sobre un aspecto inusual pero intrigante de la sexualidad humana: ¿puede el sexo realmente considerarse un ejercicio físico?
El estudio se llevó a cabo con la participación de 21 parejas heterosexuales jóvenes entre 22 y 24 años, de la región de Montreal. Lo que hace que esta investigación sea particularmente única es que se realizó en el entorno natural de las parejas, eliminando las restricciones que podrían surgir en un laboratorio. Para medir el gasto calórico en la actividad sexual y el ejercicio de resistencia, se utilizó el brazalete portátil mini SenseWear.
Resultados reveladores
Los resultados demostraron que el gasto calórico durante la actividad sexual era de aproximadamente 101 kcal o 4.2 kcal/min en hombres, mientras que para las mujeres son 69.1 kcal o 3.1 kcal/min. Además, considerando esta cifra, y al combinarla con la intensidad promedio de 6.0 METS en hombres y 5.6 METS en mujeres, sugiere que la actividad sexual se realiza a una intensidad moderada.
Sorprendentemente, el valor máximo de gasto calórico absoluto alcanzado por los hombres - 306.1 kcal- superó incluso el promedio de una sesión de ejercicio de 30 minutos en la cinta, en el cual se gastan 276 kcal. Por su parte, las mujeres no mostraron esta diferencia. Además, la percepción del gasto calórico durante la actividad sexual fue similar en hombres - 100 kcal - y mujeres - 76.2 kcal - en comparación con el gasto medido.
Este estudio arroja luz sobre el potencial del sexo como un ejercicio significativo. Los resultados sugieren que la actividad sexual puede considerarse, en ciertas ocasiones, como una forma importante de ejercicio. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este estudio es un primer paso en la exploración de esta área y que se necesita más investigación para comprender completamente la relación entre la actividad sexual y el ejercicio físico. Aunque aún quedan preguntas por responder, este estudio nos brinda una visión intrigante de cómo el amor y la conexión íntima pueden tener un impacto en nuestro bienestar físico.