Los estados ansiosos logran producir una mayor cantidad de cortisol y adrenalina, por lo que la producción de estrógenos y testosterona se ve alterada, causando un descontrol en nuestras hormonas.
La ansiedad es un trastorno emocional interno y mental que provoca una alteración hormonal en nuestro organismo y, a pesar de que ocurre por dentro, también puede verse reflejada por diversas razones en nuestra piel.
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Los estados ansiosos logran producir una mayor cantidad de cortisol y adrenalina, por lo que la producción de estrógenos y testosterona se ve alterada, causando un descontrol en nuestras hormonas.
Asimismo, se reduce la producción de colágeno y ácido hialurónico perjudicando el ADN de las células, por lo que se produce un envejecimiento prematuro de la piel, así como irritaciones.
Una de las principales características de la ansiedad es que aparecen los problemas de sueño e incluso se llega a tener insomnio y la calidad de sueño se reduce considerablemente, por lo que nuestra piel empeora de un día para otro al no tener un descanso durante las noches y nuestro rostro luce más hinchado y aparecen las ojeras.
Al enfrentar un episodio del trastorno de ansiedad solemos descuidar nuestra alimentación, por lo que algunas personas llegan a bajar o subir de peso. Esto causa que no consumamos los nutrientes que necesitamos para que nuestra piel luzca saludable.
¿Cómo cuidar nuestra piel cuando tenemos ansiedad?
Acude a un dermatólogo
En caso de que aparezcan irritaciones y otros signos de la ansiedad en la piel, es importante acudir a un dermatólogo para llevar un tratamiento específico. El acudir con un profesional nos ayuda a reducir los efectos negativos de la ansiedad.
Limpia e hidrata tu piel
Durante este tiempo te recomendamos extremar tu rutina diaria del cuidado de la piel, ya sea de tu rostro y el resto de tu cuerpo, por lo que puedes añadir una dosis extra de colágeno y ácido hialurónico.
Descansa y duerme bien
Por más difícil que sea, recuerda tomar un tiempo para descansar y relajarte antes de dormir para dormir y descansar. Busca implementar una rutina de sueño con la que sientas que puedas calmar tu cuerpo y tu mente.
Realiza un poco de ejercicio físico
El ejercicio te ayudará a eliminar la energía negativa que trae los casos de ansiedad, por lo que salir a correr o caminar podrá librar tu mente y aumentar tu energía.
Lleva una alimentación equilibrada
No olvides ingerir frutas y verduras y reducir los alimentos altos en carbohidratos, así como respetar tus tres comidas al día. Puedes acompañar tus alimentos con agua o aguas frescas.
Con información de Harper Bazaar