Cómo hacer una autoexploración correcta para detectar el cáncer de mama

La autoexploración es una herramienta poderosa en la detección temprana del cáncer de mama. Te explicamos paso a paso cómo hacerla correctamente. ¡Cuida tu salud!

El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a miles de mujeres en todo el mundo, y una de las herramientas más poderosas que tenemos para detectarlo a tiempo es la autoexploración. ¿Pero sabes cómo hacerla correctamente?.

Para empezar, la autoexploración es un proceso en el cual una mujer verifica sus propias mamas en busca de posibles cambios o anormalidades. Esto implica sentir la textura y la forma de las mamas para detectar cualquier bulto, protuberancia o cualquier otro cambio que pueda ser un signo de cáncer de mama.

Antes de sumergirnos en los detalles de la autoexploración, es importante hablar sobre algunos de los hábitos y factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama, según la doctora Denisse Magdaleno. Estos incluyen:

Obesidad o sobrepeso: El exceso de grasa corporal, especialmente después de la menopausia, puede aumentar el riesgo.

Sedentarismo: La falta de actividad física regular también se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de mama.

Consumo de alcohol y tabaco: El consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo pueden aumentar el riesgo.

Dieta rica en grasas saturadas: Una dieta poco saludable que incluye muchas grasas saturadas puede contribuir al riesgo de cáncer de mama.

Edad tardía en el primer embarazo: Tener hijos después de los 30 años puede aumentar el riesgo.

No practicar la lactancia materna: La lactancia materna puede proporcionar cierta protección contra el cáncer de mama.

Ahora que comprendemos estos factores, pasemos a la parte esencial: ¿cómo realizar una autoexploración correctamente?

Pasos para realizar una autoexploración efectiva

Preparación: Encuentra un lugar tranquilo y cómodo donde puedas realizar la autoexploración sin interrupciones.

Posición: Ponte de pie frente a un espejo. Observa tus mamas en busca de cambios en la textura, la forma o el tamaño. Busca cualquier enrojecimiento, hinchazón o protuberancias en la piel.

Palpación en pie: Levanta el brazo derecho y usa la mano izquierda para palpar la mama derecha. Utiliza movimientos circulares suaves y lentos, comenzando desde la parte externa y moviéndote hacia el pezón. Asegúrate de cubrir toda el área.

Palpación en decúbito supino: Acuéstate boca arriba con una almohada o toalla enrollada debajo de tu hombro derecho. Usa la mano izquierda para palpar la mama derecha de la misma manera que lo hiciste de pie.

Palpación del pezón: Exprime suavemente cada pezón para verificar si hay secreciones anormales. Cabe destacar que este movimiento puede llegar a incomodar un poco, pero es necesario para realizar correctamente la palpación. Presta atención a cualquier líquido que salga y asegúrate de mencionarlo a tu médico.

Es importante delimitar el área que debes de palpar. Desde la línea de la clavícula, el esternón y hasta la línea media de la axila.

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