Expertos señalan que, en comparación a las personas más jóvenes, los ancianos son más vulnerables de contraer enfermedades infecciosas e inclusive morir a causa de ellas.
La contaminación, bacterias, virus y modificar nuestras rutinas son, entre otros, los factores que pueden alterar nuestras defensas y a nuestro sistema inmunológico, el cual funciona adecuadamente cuando es reforzado con una vida saludable.
Según un estudio realizado por la Harvard Medical School destaca la importancia de seguir ciertas reglas generales para gozar de una buena salud y mantener fuerte y saludable a nuestro sistema inmunológico, mismo que con el paso del tiempo reduce su capacidad de respuesta.
Expertos señalan que, en comparación a las personas más jóvenes, los ancianos son más vulnerables de contraer enfermedades infecciosas e inclusive morir a causa de ellas.
Por ello, estas son las recomendaciones básicas que debe de seguir si desea fortalecer tu sistema inmunológico:
- Evite fumar
- Siga una dieta rica en frutas y verduras
- Realice ejercicio regularmente
- Mantenga su peso ideal o saludable
- No beba alcohol o solo consumir con moderación
- Dormir lo necesario
- Siga medidas para evitar infecciones como lavarse las manos con frecuencia y cocinar carnes a fondo
- Intente reducir el estrés
Asimismo, es importante ingerir las siguientes vitaminas:
Vitamina C
Conocida como uno de los mayores estimulantes del sistema inmunológico, se encuentra en alimentos ricos como las naranjas, mandarinas, fresas, pimientos, espinacas, col rizada y brócoli.
Vitamina B6
Esta vitamina es vital para apoyar las reacciones bioquímicas del sistema inmune, por lo que debe ingerir alimentos ricos como el pollo, pescado de agua fría como salmón y atún. También se encuentra en vegetales verdes y garbanzos.
Vitamina E
Es un poderoso antioxidante que ayuda a combatir las infecciones, y se encuentra en nueces, semillas y espinacas.
Vitamina D
Es importante tomar un poco de luz solar para beneficiar a nuestra piel con vitamina D, ya que, al contar con bajos niveles de esta, nos vuelve más propensos a adquirir infecciones respiratorias.
Con información de Los Angeles Times