El peligro en este tipo de embarazos depende de los cuidados.
Se le conoce como embarazo geriátrico cuando una mujer, que se encuentra en sus 35 años o más, va a tener un bebé.
Aunque se dice que esto puede ser peligroso, la mayoría de las mujeres sanas que quedan embarazadas después de los 35 años, e incluso hasta los 40, tienen bebés sanos. No obstante, esto no significa que no se deba pensar en formas inteligentes de asegurarse de que tanto la embarazada como su bebé se mantengan lo más saludables posible durante el transcurso.
Riesgos geriátricos del embarazo
Pueden surgir problemas sin importar la edad que tenga cuando quede embarazada. Pero algunos se vuelven más probables cuando alcanzas los 35, como:
- Presión arterial alta, que puede provocar preeclampsia (presión arterial peligrosamente alta y daño de órganos)
- Diabetes gestacional
- Aborto espontáneo o muerte fetal
- Problemas laborales que requieren una cesárea
- Nacimiento prematuro
- Bajo peso al nacer
- Trastornos cromosómicos en el bebé, como síndrome de Down
Beneficios del embarazo geriátrico
Por otro lado, hay pruebas que señalan varios beneficios al posponer la maternidad hasta que se es mayor. Los estudios han demostrado:
- Las mamás mayores tienden a estar mejor educadas y tener ingresos más altos, por lo que pueden tener más recursos que las mamás más jóvenes.
- Las mamás mayores tienen más probabilidades de vivir más tiempo.
- Los hijos de madres mayores pueden terminar siendo más saludables, mejor adaptados y mejor educados.
¿Cómo puedo aumentar mis posibilidades de tener un bebé sano?
Asesoramiento y chequeos previos a la concepción. Cuando decidas que estás lista para tener un bebé, sigue estos pasos antes de quedar embarazada.
- Consulta a tu médico. Házte un chequeo para asegurarte de que estés lista para el embarazo, tanto física como emocionalmente.
- Obtén atención prenatal temprana y regular. Las primeras 8 semanas de el embarazo son importantes para el desarrollo de tu bebé. La atención prenatal temprana y regular puede aumentar sus posibilidades de tener un embarazo seguro y un bebé sano.
- Considera la posibilidad de realizar pruebas opcionales para mujeres mayores de 35 años. El médico puede ofrecer pruebas prenatales que son una buena idea para las mamás mayores.
- Toma vitaminas prenatales. Todas las mujeres en edad fértil deben tomar una vitamina prenatal diaria con al menos 400 microgramos de ácido fólico. Obtener suficiente ácido fólico todos los días antes y durante los primeros 3 meses de embarazo puede ayudar a prevenir defectos en el cerebro y la médula espinal de su bebé.
¿Cómo puedo reducir mi riesgo de tener problemas durante el embarazo?
Te mereces el mismo cariño que tu bebé. Cuidar de ti misma te ayudará a controlar cualquier problema de salud existente, te protegerá de la diabetes y la hipertensión relacionadas con el embarazo. Cuanto más saludable estés, mejor será para tu pequeño.
Consume una dieta sana y equilibrada. Comer una variedad de alimentos le ayudará a obtener todos los nutrientes que necesita. Elige muchas frutas y verduras, cereales integrales, frijoles, carnes magras y productos lácteos bajos en grasa. Debes comer y beber al menos cuatro porciones de productos lácteos y otros alimentos ricos en calcio todos los días. Eso mantendrá tus dientes y huesos sanos mientras tu bebé crece. Incluye buenas fuentes alimenticias de ácido fólico, como verduras de hoja verde, frijoles secos, hígado y algunas frutas cítricas.
Aumenta la cantidad de peso que sugiera tu médico. Las mujeres con un IMC normal deben aumentar entre 25 y 35 libras durante el embarazo. Si tenías sobrepeso antes de quedar embarazada, el médico puede sugerirle que aumente de 15 a 25 libras. Las mujeres obesas deben aumentar entre 11 y 20 libras. Al aumentar la cantidad adecuada de peso, es menos probable que tu bebé crezca lentamente. También reduces el riesgo de parto prematuro.
Hazejercicio regularmente. te ayudará a mantener un peso saludable durante el embarazo, mantener fuerza y aliviar el estrés. Solo asegúrate de revisar tu programa de ejercicios con tu médico. Lo más probable es que puedas continuar con tu rutina normal de ejercicio durante el embarazo. Pero el médico puede ayudarte a determinar si debes reducir o modificar tu rutina.