Contrario a lo que se piensa, tallar los codos es uno de los principales errores.
La higiene corporal no solo consiste en ducharse y usar desodorantes, sino que se trata de todo un ritual necesario para mantener una óptima salud integral, además de aportar una mejor apariencia.
Es por eso que debe ponerse atención a cada una de las diversas zonas del cuerpo, de pies a cabeza sin olvidar detalles.
Si bien es cierto que los dermatólogos recomiendan solo frotar las áreas más propensas a malos olores como los genitales, axilas, inglés, pies y ombligo, es sabido que el resto de la piel también necesita cuidados especiales.
En esta ocasión nos centraremos en una de las áreas más olvidadas a la hora de la ducha: los codos.
Contrario a lo que se dice, los codos no se tallan, pues esto genera todo lo que no deseamos, el oscurecimiento del área, resequedad y poca elasticidad.
Formas de cuidar los codos
Lava solo con jabón: para evitar el engrosamiento de la piel, así como la hiper pigmentación debido a la fricción de estropajos y esponjas, es mejor solo lavar la zona con jabón para no deshacerse de la primera capa de la piel que protege el área.
Hidrata: Luego de lavar los codos, o cualquier parte del cuerpo, es de suma importancia mantener humectada la zona con productos como cremas corporales.
Evita apoyarte en ellos: al ser un punto de apoyo, los codos son más propensos al engrosamiento de la piel, por lo que cuando tengas la oportunidad de no apoyarte en ellos, no lo hagas.