Así lograrás la apariencia soñada.
Las axilas son una de las partes del cuerpo a las que regularmente se les presta menos atención, y comúnmente se suele recurrir a su cuidado en el último momento.
Sin embargo, así como la piel de tu rostro, se trata de una zona sensible que de igual manera debe cumplir con una rutina para mantenerlas en óptimas condiciones para evitar hiperpigmentación, la encarnación de vellos o el mal olor.
Y aunque pueda parecer algo tedioso, sumado a todo lo que una persona ya realiza en su rutina diaria, ten por seguro que no aumentará más de cinco minutos.
Consigue unas axilas perfectas
Cuida tu higiene
Aunque parezca algo obvio, lavar a conciencia esta zona es algo de suma importancia, sobre todo utilizar jabones antisépticos, ideales para disminuir los microorganismos que se puedan ir acumulando en el área con el uso de desodorantes y jabones.
Luego de lavar bien cada una, deberás secarlas perfectamente para evitar el desarrollo de hongos.
Exfolia una vez a la semana
Otra de las recomendaciones para lucir unas axilas perfectas es la exfoliación de la zona una vez a la semana para eliminar células muertas y evitar los vellos encarnados.
Puedes optar por exfoliantes comerciales o bien, realizar el tuyo con mezclando limón, azúcar y miel.
Humecta
Como el resto de tu piel, las axilas requieren de humectación, por lo que aplicar crema hidratante, sobre todo luego de la exfoliación, es fundamental para prevenir irritaciones.
Desodorante
Aunque suelen ser bastante prácticos, el uso de desodorante en spray suelen ser agresivos para la piel de tus axilas debido a la cantidad de alcohol que contienen, generando irritación y manchas oscuras.
Es por eso que los desodorantes en crema o roll-on son la mejor opción para cuidar tus axilas.
Depilación
Lamentablemente, la depilación puede afectar la apariencia de tus axilas, sobre todo si sueles hacerlo con métodos como cuchillas o cera caliente.
Algunas recomendaciones para evitar esto es seguir los pasos de una rutina de depilación adecuada, y procurar evitar rasurar a contrapelo.
O bien, recurrir a métodos como la depilación láser, que fomentará la debilitación del vello, y poco a poco su eliminación.