Si tienes esas imperfecciones que no brotan, pero tampoco desaparecen, esto te interesa.
Los puntos blancos, también conocidos como comeodnes cerrados, son pequeñas obstrucciones en los poros de la piel que pueden ser causadas por diversos factores como predisposición genética, desequilibrios hormonales, falta de cuidado adecuado de la piel y otros, y contrario a los puntos negros, su apariencia se debe a la nula dilatación de los poros. Aunque pueden ser molestos, existen formas de prevenir y eliminar estos puntos blancos para obtener una piel suave y sin imperfecciones.
Si el problema es persistente, necesitas un tratamiento más especializado, por lo que es recomendable acudir a un dermatólogo. Sin embargo, existen rutinas de cuidado diario que pueden ayudarte a prevenir y tratar los puntos blancos.
Tratamientos que te pueden realizar en consulta
Extracción manual realizada por expertos: Un dermatólogo puede realizar una extracción manual de los puntos blancos de forma segura y eficaz.
Limpiezas faciales con hidrodermoabrasión: Este procedimiento profesional ayuda a eliminar las impurezas de la piel, incluyendo los puntos blancos, mediante la exfoliación y la aplicación de sustancias hidratantes.
Esta es la rutina de skincare que puedes seguir
Una rutina de cuidado diario es esencial para mantener la piel libre de puntos blancos. Aquí te presentamos los pasos clave:
Dermolimpiador: Utiliza un dermolimpiador suave para limpiar tu rostro dos veces al día. Esto ayudará a eliminar el exceso de grasa y las impurezas que pueden obstruir los poros.
Exfoliante: Incorpora un exfoliante suave en tu rutina semanal para eliminar las células muertas de la piel y destapar los poros. Opta por productos con ingredientes como ácido salicílico o ácido glicólico, que ayudan a regular la producción de sebo.
Hidratación: Aplica una crema hidratante ligera y libre de aceites para mantener tu piel equilibrada. La hidratación adecuada ayudará a evitar la sobreproducción de sebo y la obstrucción de los poros.
Protector solar: No olvides aplicar un protector solar de amplio espectro todos los días, incluso en días nublados. La protección solar es fundamental para prevenir daños en la piel y mantenerla saludable.