La famosa se habría negado a seguir su tratamiento correctamente, aseguran.
Sin duda alguna, uno de los temas de espectáculos que más ha sonado en los últimos años es con respecto al estado de salud mental de Britney Spears, quien hace poco más de un año logró desafanarse de la tutela abusiva de su padre.
Sin embargo, eso no significa que la artista se haya deslindado del tratamiento psiquiátrico, pues debido a los traumas generados en su adolescencia aunado al abuso de sustancias, la artista requiere de medicación que le ayude a regular sus emociones.
Recientemente, la famosa ha preocupado tanto a su círculo social más cercano como a sus fanáticos, sobre todo luego de haber sido captada en un restaurante con un comportamiento etiquetado como un ataque maniático.
Y aunque la intérprete salió a desmentir que se tratara de un caso de ese tipo, sus familiares no han dejado de preocuparse, por lo que tanto su mánager como su esposo, Sam Asghari, habrían rentado una casa para que la famosa tomara un tratamiento adecuado para su condición, según lo reveló el medio estadounidense TMZ.
Sin embargo, fue la misma Spears quien supuestamente se negó a acudir a este tratamiento.
Su esposo aclara los rumores
No obstante, ante la difusión de la información manifestada por el medio, el esposo de la artista desmintió por completo que se esté intentando hacer una intervención a la famosa.
Fue a través de un comunicado dado a conocer por Acces Hollywood donde el marido de la estrella de pop dejó claro que ella es quien decide respecto a sus cuidados.
Contrario a lo que se especulaba anteriormente, Sam asegura que Spear tiene su vida bajo control.