Qué es el síndrome del impostor y cómo podemos superarlo

Sentir que tu éxito se debe a una racha de buena suerte y no porque es un logro tuyo, es una señal de este síndrome.

Ser una persona exitosa es una de las metas que muchas personas se han planteado a lo largo de su vida, pues suelen relacionar este status con todo lo bueno que nos puede pasar. Sin embargo, existe otro grupo que a pesar de tener todo bajo control, lo relaciona solamente con algo momentáneo y no lo pueden aceptar.

Esa es una de las señales más características del síndrome del Impostor y se trata de una sensación emocional de no merecer el éxito laboral que estás experimentando, ni académico o social.

El síndrome del impostor fue un término clínico diagnosticado por Suzanne A. Imess y Pauline R. Clance en los años ochentas luego de identificar a un grupo de mujeres de su universidad que compartían las mismas características.

Se trataban de mujeres exitosas y autoexigentes que pensaban que habían estafado a sus compañeros de trabajo. No solían reconocer sus logros e incluso sentían que sus frutos se debían a la suerte o su encanto.

¿Qué causa el síndrome del impostor?

Entre las principales causas de este síndrome están las ambientales y cognitivas. Algunas mujeres que llegaron a sufrir duras críticas por sus aptitudes durante la infancia o al obtener malas calificaciones, son las más propensas a desarrollar este padecimiento emocional.

Los aspectos cognitivos también pueden llegar a afectar tu percepción del éxito como son la inseguridad o una sensación de falta de control de tu vida, carrera, trabajo, entre otros.

Así puedes llegar a aceptar este síndrome y vivir más ligera:

1.- Acéptalo 

Aceptar que padeces este síndrome y que es algo común en tu vida te ayudará a no sentirte sola, confundida y culpable. Acércate a tu familia, amigos e incluso a tu jefe para expresar tus emociones y recuerda dejar atrás las expectativas de otros para ti, tus sueños son más importantes.

2.- Tú eres la responsable de tu éxito

Deja atrás de ignorar todo lo bueno que dicen de ti, su motivo tendrán. Escucha cuando alguien festeje tus triunfos con libertad y siéntete satisfecha de tu éxito. 

3.- No seas tan exigente contigo misma

Recuerda que lo perfecto no existe e intentarlo solo te producirá ansiedad y no disfrutarás de tu vida. Suelta aquello que te hace sentir presionado o insatisfecha para que tu camino sea más relajado.

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