Investigaciones anteriores han demostrado que la religiosidad se asocia con una mayor incongruencia sexual.
En muchas ocasiones nuestras palabras no van con nuestras acciones y eso es precisamente lo que un reciente estudio en el Journal of Sex & Marital Therapy buscó investigar, especialmente cuando se trata de la relación entre los valores sexuales y la incongruencia sexual, así como los efectos de la religiosidad en esta relación.
Las conclusiones indican que la religiosidad predice la incongruencia sexual, pero no más que los valores sexuales conservadores, que demostraron la relación más sustancial.
La congruencia sexual se refiere a la alineación de los valores y comportamientos sexuales, mientras que la incongruencia ocurre cuando los individuos se involucran en comportamientos sexuales que violan sus propias creencias morales.
Investigaciones anteriores han demostrado que la religiosidad se asocia con una mayor incongruencia sexual. En el nuevo estudio, los investigadores Brinna Lee y Joshua Grubbs buscaron agregar a la literatura de investigación una imagen más clara de los roles que los valores sexuales específicos podrían desempeñar en la relación entre la religiosidad y la incongruencia sexual.
El estudio
Se realizaron dos estudios para investigar los valores sexuales y su asociación con la religiosidad y la incongruencia sexual. El Estudio 1 reclutó a 923 adultos a través de Mechanical Turk de Amazon, mientras que el Estudio 2 utilizó una muestra representativa a nivel nacional de 2519 adultos estadounidenses. Se pidió a los participantes en ambos estudios que describieran sus valores sexuales en una pregunta de respuesta libre.
Los resultados revelaron que los participantes generalmente respaldaron los siguientes valores sexuales: compromiso, consentimiento, privacidad, abstinencia, heterosexualidad, religión/espiritualidad, hedonismo, amor, naturaleza, “todo vale”, seguridad y reproducción. Los valores sexuales conservadores en torno a la abstinencia, la heterosexualidad, la religión/espiritualidad y el compromiso estaban fuertemente asociados entre sí, y los participantes que apoyaban estos valores tendían a ser más religiosos. Los valores sexuales relacionados con el consentimiento, la privacidad y el "todo vale" estaban vinculados entre sí, y los participantes que apoyaban estos valores tendían a tener una religiosidad más baja.
El análisis estadístico adicional de los datos recopilados indicó que, aunque la religiosidad predijo la incongruencia sexual, los valores sexuales conservadores también predijeron la variación en la incongruencia sexual más allá de los efectos de la religiosidad. Específicamente, las personas que respaldaban los valores sexuales relacionados con la abstinencia tenían más probabilidades de experimentar incongruencia sexual. Por el contrario, aquellos que respaldan los valores sexuales permisivos en torno a la privacidad, el hedonismo, el consentimiento, "todo vale" y la seguridad informaron una mayor congruencia sexual.
Si bien este estudio proporciona información valiosa sobre la relación entre los valores sexuales, la religiosidad y la incongruencia sexual, no está exento de limitaciones. Por ejemplo, el estudio fue transversal, lo que dificulta establecer relaciones causales entre las variables. Además, es posible que el formato de respuesta libre utilizado para obtener valores sexuales no haya captado la gama completa de valores de las personas. La investigación futura puede beneficiarse del uso de un enfoque más estructurado para evaluar los valores sexuales y diseños longitudinales para examinar la relación temporal entre los valores sexuales y la incongruencia sexual.
La investigación demuestra que los valores sexuales específicos predicen la incongruencia sexual, más allá de los efectos de la religiosidad. Los valores sexuales conservadores que rodean la abstinencia pueden ser particularmente difíciles de mantener para las personas, lo que lleva a una mayor incongruencia sexual.