Su propia imagen corporal las lleva a sentirse inseguras sobre la atracción de su pareja.
Un estudio publicado en la revista Personality and Social Psychology Bulletin encontró evidencia de que las personas con una imagen corporal baja de sí mismos tienen relaciones menos satisfactorias en parte porque proyectan sus inseguridades sobre sus cuerpos en sus parejas.
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Este sesgo fue más evidente entre las mujeres, ya que las que se sentían menos atractivas tendían a pensar que sus parejas se sentían menos atraídas por ellas y, a su vez, informaban una relación y una satisfacción sexual más bajas.
El estudio
El estudio fue motivado por la evidencia de que las personas con una imagen corporal baja tienden a tener relaciones menos satisfactorias. Los autores del estudio, Allanah Hockey y su equipo, propusieron que este efecto podría explicarse por un patrón de pensamiento llamado "sesgo de proyección", mediante el cual las personas asumen que los demás comparten los mismos pensamientos y creencias que ellos.
Los investigadores realizaron dos estudios, el primero entre 197 parejas heterosexuales que habían estado juntas durante un promedio de 2,88 años. Ambos miembros de las parejas completaron cuestionarios separados para evaluar su propia satisfacción corporal y la satisfacción de la relación. También calificaron el atractivo del tipo de cuerpo y la apariencia de sus parejas. Por último, cada socio calificó el grado en que cree que coincide con los estándares ideales de atractivo de sus socios.
Primero, había evidencia de un sesgo de proyección relacionado con uno mismo: cuanto menos atractivos eran las mujeres y los hombres, menos creían que sus parejas también los encontraban atractivos. Curiosamente, este sesgo de proyección pareció afectar la satisfacción de la relación de las mujeres, pero no la de los hombres. Las mujeres con una imagen de la parte inferior del cuerpo tenían una menor satisfacción con la relación, a través de la creencia de que su pareja también estaba insatisfecha con su cuerpo. Además, las mujeres que creían que su pareja se sentía atraída por ellas informaron relaciones más satisfactorias, independientemente de lo atractiva que encontraran a su pareja.
Para los hombres, la medida en que creían que sus parejas se sentían atraídas por ellos no tenía relación con la satisfacción de su relación. En cambio, la medida en que los hombres encontraran atractivas a sus parejas fue el mejor indicador de la satisfacción de la relación de los hombres.