Estos son sus pros y contras.
Es sabido que los piercings se han convertido en parte de la vida muchas personas, por lo que es muy común hablar de ellos como un deseo tanto con fines estéticos como terapéuticos debido a su relación con la acupuntura.
Y ahora no solo se han limitado a aplicarlos en el ombligo, las orejas, los labios, nariz o cualquier lugar del rostro, sino que incluso se pueden colocar en pezones y hasta en los genitales.
Y aunque suene un tanto doloroso, estos últimos cumplen un fin más que estético.
¿Para qué sirve?
La funcionalidad de esta joya en zonas vaginales se ha empleado para generar mayor placer a la hora de la masturbación o de tener relaciones sexuales, de acuerdo con el sitio web de Flo, la aplicación de salud femenina.
"La perforación genital es una forma extravagante de expresar tu estilo personal y aumentar el placer sexual", asegura la ginecóloga Tanya Tantry.
Las zonas más comunes de llevarlos son en el prepucio del clítoris, ya sea de forma vertical u horizontal, y en los labios menores.
Es de suma importancia puntualizar que este procedimiento solo puede ser realizado por un profesional para evitar daños.
Asimismo, se debe considerar los contras que esta joya podría causar a tu cuerpo, pues como con cualquier perforación no está exenta de infecciones bacterianas, por lo que deberás tener en cuenta que esto representaría grandes complicaciones en tu salud vaginal.
Otro problema que podría contraer es sangrado, lesiones nerviosas, cicatrización gruesa en la perforación, alergias, daños en los tejidos vaginales, e incluso enfermedades como hepatitis B y C o VIH.
No obstante, esto se puede prevenir si se utilizan las herramientas adecuadas para su realización, así como las medidas de higiene óptimas.