El dolor durante las relaciones sexuales no es algo que deba ser ignorado o soportado en silencio.
El sexo es una expresión de intimidad y placer, pero para algunas mujeres, el dolor puede convertirse en una barrera que dificulta disfrutar plenamente de esta experiencia. Sentir molestias durante las relaciones sexuales es más común de lo que se podría pensar y puede tener diversas causas subyacentes. Comprender estas causas y buscar soluciones adecuadas puede marcar la diferencia en la calidad de vida sexual.
Sentir dolor durante las relaciones sexuales, técnicamente conocido como dispareunia, puede manifestarse de diferentes maneras y en distintas fases del acto. Puede presentarse como una sensación de ardor, punzadas, incomodidad o incluso dolor intenso. De acuerdo con la doctora Ana Vazquez señala que estas molestias pueden surgir en la entrada de la vagina, en el interior o incluso irradiar hacia la zona abdominal. Es importante destacar que no debería ser considerado normal sentir dolor en ninguna de estas situaciones.
Causas del dolor durante las relaciones sexuales
Falta de lubricación: La falta de lubricación adecuada puede deberse a diversos factores, como la falta de excitación, el estrés, la ansiedad o cambios hormonales.
Falta de estrógenos: La disminución de estrógenos, típica durante la menopausia, puede resultar en una menor lubricación natural y adelgazamiento de la pared vaginal.
Infecciones en la zona íntima: Infecciones como la candidiasis o la vaginosis bacteriana pueden causar irritación y dolor durante el coito.
Cirugías genitales: Intervenciones quirúrgicas en la zona genital pueden alterar la anatomía y generar incomodidades.
Mala cicatrización después del parto: Desgarros mal cicatrizados o episiotomías pueden provocar molestias al tener relaciones.
Endometriosis: Esta afección puede causar dolor pélvico crónico que se intensifica durante el acto sexual.
Quistes ováricos y miomas: Tumores benignos en los ovarios o el útero pueden generar molestias durante las relaciones.
La buena noticia es que el dolor durante las relaciones sexuales no es una condena permanente. La primera y más importante acción es hablar abierta y sinceramente con un profesional de la salud, preferiblemente un ginecólogo o especialista en salud sexual. Un diagnóstico adecuado es esencial para identificar la causa subyacente y establecer un plan de tratamiento.
Las opciones de tratamiento pueden incluir:
- Tratamientos hormonales para equilibrar los niveles de estrógeno.
- Uso de lubricantes y geles hidratantes.
- Terapia física para relajar y fortalecer los músculos del suelo pélvico.
- Terapia sexual con un terapeuta especializado.
- Cirugía en casos más complejos.