¿Por qué nunca deberías aguantar las ganas de ir al baño?

Lo mejor es que en el momento que tengas esta sensación, pares todo y te dirijas al baño.

En ocasiones, es común que las ganas de ir al baño se apoderen de nosotros en un momento completamente inconveniente, por ejemplo en casa de algún amigo, en nuestro lugar de trabajo, la escuela o una reunión importante, por lo que finalmente decidimos aguantarnos los más posible para evitar pasar lo que se podría considerar una situación bochornosa.

No obstante, expertos en medicina han manifestado la importancia de atender el llamado de nuestro intestino, así como el de la vejiga, en el momento que se desate el deseo de ir al baño. Esto, con el fin de evitar daños en estos sistemas de evacuación.

Aguantar las ganas de defecar

De acuerdo con lo señalado por Laura Rojas, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico, lo que ocurre en el caso de las heces es que, al llegar al recto, éste le envía una señal al cerebro para indicar que ya se ha llenado y necesita evacuar, lo que produce esa sensación de "ganas de ir al baño". Sin embargo, en caso de que sea ignorada, el recto se acostumbrará a esa sensación para mandar la señal nuevamente más tarde. No obstante, esto resulta peligroso debido a que el recto es una zona exclusiva de paso, es posible que al irse acostumbrando a esta sensación, el órgano expanda su capacidad de acumular desechos y provoque problemas para evacuar.

Desventajas de aguantar las ganas de defecar:

Ganas de orinar y sus consecuencias:

Por su parte, en cuanto a las ganas de orinar, según el doctor Daniel González, esta mala práctica está fomentando la pérdida del reflejo de poder orinar. Recordemos que esté órgano está diseñado para acumular alrededor de 300 a 400 centímetro cúbicos de líquido, por lo que no es saludable aguantarse hasta expulsar litros de orina.

Peligros de aguantarse las ganas de orinar:

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